miércoles, 6 de noviembre de 2013

Unas líneas de más

Sólo cuando la vida te golpea con sapiencia te das cuenta de los errores cometidos y de lo que realmente eres como persona. El pasado se difumina en recuerdos, a partes buenos, a partes malos. El silencio, el mayor aliado de la bella soledad, el mejor amor de la reflexión. Los silencios del hoy son los gritos del ayer, gritos que debieron ser silencios. Pero ya nada cambia, ayer fue; hoy es, mañana será. Sólo hoy puedo hacer méritos para que el mañana no sea como el ayer. Lección aprendida.